lunes, 15 de agosto de 2011

COSPEDAL Y SUS PROMESAS DE AUSTERIDAD: COCHES OFICIALES



No pasa un día sin que Cospedal y su gobierno nos ofrezcan detalles de lo que entienden por austeridad y eficiencia en el gasto. El uso de los coches oficiales y la contratación de nuevos conductores, a dedo, son buena muestra de lo que está por venir: aumentan el gasto y nos aseguran que están ahorrando.
Buen ejemplo de ello es que la recién estrenada Secretaria General de Presidencia, Mar España, que antes desempeñaba tareas en el Defensor del Pueblo y al parecer con dudoso éxito según cuentan compañeros de la oficina, se haya autoadjudicado uno de los coches oficiales tan denostados.
Hasta ahora, en ese cargo nunca nadie gozó del privilegio de que lo llevaran y lo trajeran a su casa. Es otro ejemplo de que una cosas es prometer y otra dar trigo, y así, con esa simpleza en el discurso, alcanzaron el gobierno regional. La medida se agrava porque además del coche han contratado a personal de la calle haciendo caso omiso de los conductores que hay en el parque móvil regional, con lo cual se encarece todavía más la gestión. No nos olvidamos del incremento salarial a los altos cargos con lo que el discurso de la austeridad se queda en una quimera. Cospedal nos ha sacado de dudas y ha aclarado que no hay subida salarial sino ascenso de nivel y que este siempre va acompañado de mejoras salariales. Se nota quien estudio en colegio privado y quienes lo hicimos en colegio público y por ello Marcial Marín está tan interesado en aumentar el censo de colegios privados, para acabar con las carencias educativas de la región.
Decisión tras decisión, en poco tiempo está quedando al descubierto la auténtica cara del gobierno Cospedal, que predica la austeridad pero practica el dispendio. Hace menos de un mes el consejero de Presidencia, Jesús Labrador, se mostraba grandilocuente anunciando que la Junta sacaría a subasta los vehículos de alta gama que compró el gobierno de José María Barreda, entre los que se encuentra un A-8 blindado cuyo valor asciende a 377.000 euros. Una cantidad que apenas llega la mitad del importe del Audi blindado (600.000 euros) del que dispuso hasta mediados del año pasado el alcalde de Madrid, el ‘popular’ Alberto Ruiz Gallardón. Labrador no tuvo empacho en afirmar que esa compra –la de Barreda- "es una muestra de lo que no deben hacer los gobiernos, de cómo no utilizar los fondos públicos".
El consejero de Presidencia, anunció entonces que, junto a ese vehículo, también se subastarán otro A-8 y cuatro vehículos marca Volvo. Esos gastos, dijo Labrador, "no son necesarios en tiempos de crisis, sino que son gastos excesivos, de nuevo rico, y pagados con el dinero de los ciudadanos".
Tengo un par de preguntas para el “madrileño” Labrador: ¿Es necesario ser cargo público del PP para disponer de coche oficial? ¿Es un gasto excesivo y de nuevo rico el de la Secretaria General de Presidencia? ¿Es una ventaja ser rico de toda la vida?

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