domingo, 6 de mayo de 2012

EUROPA. FASCISMO O REVOLUCIÓN


Si sus electores así lo quieren y consiguen los votos suficientes, — porque no nos engañemos, hay electores que votan democráticamente a partidos que, si llegan al poder, abolirán la democracia, y para eso los votan; riesgos del juego libre —, en el parlamento griego entrará un grupo político más a la derecha, si ello es posible, que el ultraderechista y xenófobo LAOS, Alerta Ortodoxa Popular, nombre que ya da miedo, que se llama Amanecer Dorado, que inspira mucho más pavor.

5_fasc_pic©Joan Picornell
Si no han oído hablar de ese grupo, me temo que en un futuro va a resonarle en los oídos. Organizados en escuadras paramilitares y saludando brazo en alto a la romana, los miembros de este partido extraparlamentario, que puede llegar a ser parlamentario, no ocultan su adoración por Adolfo Hitler y no se quedan en las palabras: su misión es limpiar las ciudades de la devastada Grecia de extranjeros y vagabundos, y si hay que apalearlos, se les apalea. Que semejante organización delincuencial llegue al parlamento de la cuna de la civilización y la democracia es para echarse a temblar. Pero es que debemos empezar a temblar todos en Europa porque se está repitiendo, de forma milimétrica, el escenario previo a la subida del nazismo y el fascismo del siglo pasado, como si nos hubiéramos olvidado de la historia reciente y no hubiéramos aprendido la lección.
Los culpables de la crisis económica y social que padecemos — que los que tenemos dos dedos de frente y nos hemos alejado del hombre de Cromagnon, que reivindican las nazifascistas europeos, sabemos quiénes son y la han provocado, y quizá no accidentalmente, que hay que pensar mal y, por desgracia, casi siempre se acierta — se encuentran entre esa elite financiera cuyos ingresos, durante la debacle, lejos de disminuir se han multiplicado – el número de pobres ha crecido exponencialmente, pero también el de ricos – y ansía devorar los restos del estado de bienestar que nos queda. A esos desalmados ladrones de cuello blanco, que eluden con mil artimañas los tribunales y que, cuando son condenados a la cárcel, no se sabe bien por qué razón no entran – sí los apresados en manifestaciones – les viene de perlas la presencia de esos grupos fascistas que, como hongos, están proliferando en toda Europa. Para que todo cuadre con el pasado, nos hacen falta judíos a los que culpar de todo y quizá exterminar. ¿Quiénes son los judíos, sobre quienes cargar el peso de la crisis? Los emigrantes, los sin papeles y, por lo tanto, sin derecho a la vida, los no humanos a los que hay que echar de nuestras fronteras, devolver a África, para que las calles de Europa luzcan brillantes.
La presencia de grupos xenófobos y violentos en Grecia no es una excepción
Resulta frustrante que Grecia, el país que está siendo más salvajemente golpeado por la crisis – los suicidios han aumentado un 40% desde que estalló -, albergue a semejantes grupos xenófobos y violentos, pero desgraciadamente no es una excepción.
El fascismo enseña los dientes y la sombra tenebrosa de la esvástica se pasea por una Europa desmemoriada que olvida sus recientes tragedias
La cercana Hungría, cuya constitución causa escalofríos a algunos políticos europeos y la han tenido que modificar, pretende criminalizar la pobreza, meter en la cárcel a quien, privado de su hogar, no tiene más remedio que dormir en la calle. Y en Francia, a pesar de que la excelente noticia será que Hollande venza al cada vez más escorado hacia la derecha Nicolás Sarkozy, reconvertido, para aferrarse a la desesperada al poder, a la ideología del Frente Nacional, éste, un partido que no oculta sus raíces fascistas, fundado por un torturador de argelinos durante la guerra de Argelia que no se arrepiente de lo que hizo, un negacionista del Holocausto que ahora se encarna en su vehemente hija Marie Le Pen, obtiene más del 18% de los votos superando al Frente de Izquierdas con un mensaje claramente xenófobo: primero, los franceses (¿y quiénes son los franceses, los españoles, los italianos?), a imagen y semejanza de Anglada, el líder de Plataforma por Catalunya. La doctrina del odio y la exclusión.
Y mientras, en nuestro suelo, con las nuevas medidas, de una gravedad extrema, tomadas por el gobierno del PP que, una vez en el poder, vira claramente hacia su ala más ultra a pesar del carácter conciliador y cachazudo de su líder Mariano Rajoy, se excluye de la sanidad pública a los sin papeles, lo que supondrá, además de un riesgo sanitario considerable para los que tenemos papeles, y esa es una advertencia que hacen los médicos, condenar, en buena medida, a la muerte por desatención a muchos de ellos. Y, como ejemplo de que los tiempos pasados están a la vuelta de la esquina, que estamos en época de resucitar fantasmas que creíamos enterrados, tenemos esos famosos centros de detención para emigrantes – a imagen y semejanza de los de Arizona en donde se hacinan mexicanos pobres -, un limbo legal en los que se recluye a gente cuyo único delito es ser los desheredados de la tierra y no haber nacido en España, en donde están privados de libertad – ¿es eso constitucional? – como si fueran delincuentes, a la espera de su expulsión.
5_faasc_tort©Joan Picornell
La ofensiva de la derecha parece no tener fin
La ofensiva de la derecha, crecida por los resultados electorales y el descrédito político de la izquierda europea en general, – el PSOE hizo la campaña al PP en nuestro país y Zapatero pasará como el kamikaze que pilotó su avión contra su propio barco – parece no tener fin. Y, como sabe que vienen tiempos en donde van a pintar bastos – la única profesión que no va a sufrir recortes, ni se va a ver afectada por el desempleo, será la de policía -, ya se saca de la manga leyes especiales con las que podrá encarcelar, antes de juicio, a los presuntos revoltosos cuando los presuntos, y condenados en firme, delincuentes económicos no pisan el trullo. Intentando penalizar a partidos y sindicatos que convoquen manifestaciones, en cuyo devenir se produzcan alteraciones de orden público – el orden público lo alteran ellos a cada segundo con las deslocalizaciones, los despidos, los desahucios – acabarán restringiendo el derecho de reunión, manifestación y huelga e intentarán callar el grito de protesta de la sociedad.
A los culpables de la crisis les viene de perlas la presencia de esos grupos fascistas que, como hongos, están proliferando en toda Europa
En este mundo al revés en el que vivimos, que señala como culpables de la crisis a sus víctimas mientras los verdugos causantes del estropicio alientan a sus escuadras contra ellos, la fractura social se agiganta. Y sólo nos queda calcular hasta cuándo la familia, la única organización subsidiaria que nos queda y frena la debacle social, podrá seguir manteniendo a sus miembros golpeados por la crisis, sin empleo, sin casa, con salarios rebajados, derechos sociales menguados y futuro harto incierto, y cuándo empezará a cundir el hambre y el desespero para tener todos los elementos necesarios para que se desencadene la tormenta perfecta.
El fascismo enseña los dientes y la sombra tenebrosa de la esvástica se pasea por una Europa desmemoriada que olvida sus recientes tragedias. El MeinKampf se vuelve a publicar en Alemania, después de estar años prohibido, y lo hace en el momento más delicado que atraviesa el viejo continente. Hora es de pararles los pies. Y no con sus métodos, sino con la palabra. Ellos o nosotros.

José Luis Muñoz. Escritor y miembro de SOCIALISMO 21*.


1 comentario:

  1. Hay que pararles los pies... Con los medios que sea necesario emplear: no podemos repetir el suicidio colectivo de 1936.
    No se puede ganar contra un monstruo con normas civilizadas: es, como dice el artículo, o ellos o nosotros. Y si alguien viene a por mi casa o a por los míos, lo masacro de la forma más cruel, dolorosa y lenta que pueda. Eso lo tengo totalmente claro.
    No estaría de más que las milicias fascistas se contraran en las calles con unas milicias obreras, al estilo de las de los años '30, pero que, efectivamente, les parasen los pies en seco... Y si se pasan los fascistas, los masacraran: o ellos o nosotros.
    Y si el fascismo sigue subiendo descarado y orgulloso en España, y no se hace nada serio, ni legalmente ni por la vía de los hechos consumados, me exilio. Mi vida no tiene por qué estar en peligro, ni tan siquiera cohartada, por culpa de la inacción y la colaboración de ñoños suicidas que se dejan comer por los tiburones de tierra, mucho peores que sus hermanos del mar.
    Como dijo Niemöller: "y cuando vinieron a por mí, ya no quedaba nadie que pudiera protestar por mí..."
    El movimiento, siempre, se demuestra andando: menos legalismo y más respuesta a la criminalidad impune de los cavernarios de siempre.

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