jueves, 9 de octubre de 2014

ESPAÑA: PARAÍSO DE LA CORRUPCIÓN

Antonio Gallifa. Economista

A lo largo de la historia, la peste negra, la más mortífera de las pandemias que han atacado a la humanidad, ha ido apareciendo periódicamente en diversas zonas del planeta. Su irrupción masiva en España se produjo a mediados del siglo XIV, coincidiendo con un período de grave crisis económica y social, y dio lugar a un enorme descenso de la población, que en algunas regiones alcanzó hasta cerca de la mitad de la misma, una fuerte caída de la producción agraria, principal componente, en esa época, de lo que en la terminología económica actual denominamos producto interior bruto y, paralelamente, un fuerte deterioro de la recaudación tributaria. El contagio se convirtió en un peligro imparable ante el que la ciencia médica no ofrecía otra solución que el aislamiento o la emigración, mientras la superchería popular amparaba como remedio la superstición y la brujería.
Tarjetas Black de Caja Madrid. Atributtion: 15MpaRato
Tarjetas Black de Caja Madrid. Atributtion: 15MpaRato
Fue  un época de grave crisis, como la que estamos viviendo hoy. Hoy, como entonces, aparece la brujería como sustituto de la ciencia, y se nos ofrece la receta del liberalismo económico como la pócima maravillosa, el bálsamo de Fierabrás que nos conducirá por la senda de la salud económica y social. Esta pócima, como toda receta carente de fundamento científico, no ha contribuido a resolver la crisis, sino que, por el contrario, la ha agravado. La producción se ha estancado o disminuido, se ha privatizado la sanidad convirtiéndola en un negocio de los poderosos que encarece o priva de asistencia sanitaria a los necesitados, la educación ha alcanzado su nivel más bajo, tanto en lo que se refiere a su calidad como al alcance de sus prestaciones, se ha alterado el sistema público de pensiones para reducir éstas en su dimensión y su alcance, ha aumentado estratosféricamente el número de parados, se han congelado los salarios y las pensiones y se ha elevado hasta dos millones y medio el número de personas que no perciben asistencia alguna. Éstas son las recetas que se están ofreciendo para salir de la crisis. En resumen, los ricos se han hecho mucho más ricos, y los pobres cada vez más pobres y necesitados.
Este aumento galopante de la riqueza de unos ha producido una segunda consecuencia que está modificando gravemente la estructura social del país: quienes más tienen quieren tener más aún. Mas para que ello se cumpla es necesario que se den dos condiciones.
La primera de estas condiciones exige que la riqueza deslumbrante sea aceptada socialmente como un valor positivo. Y este requisito se satisface plenamente gracias a la hegemonía cultural dominante, que define como los más altos valores humanos el lujo, la riqueza y con ello, la ostentación. Para elevarse socialmente no basta con ser rico o muy  rico: hay que mostrar ante toda la sociedad los bienes que uno es capaz de lograr. Este esquema de valores es probablemente lo que llevó a Miguel Boyer, ministro socialista con Felipe González, a edificarse una casa con 14 cuartos de baño para el solo disfrute de él y su mujer. Hay en ello una honda raíz calvinista, pero ya el economista alemán Werner Sombart -por cierto, apologista del nazismo-, teorizó en su obra capital (Lujo y capitalismo) acerca de la importancia del lujo como motor del capitalismo.
Rodrigo Rato
Rodrigo Rato
Una segunda condición radica en que la sociedad haya llegado a una perversión de los valores éticos tan intensa y tan generalizada que hechos delictivos como el robo, la estafa, el engaño, la traición, se consideren socialmente como algo normal  plenamente justificado si con ello se alcanza el éxito social.  En esta situación estamos ahora: el ladrón de guante blanco, el especulador sin escrúpulos, el estafador que vende a una pobre anciana unas acciones que no valen un euro, arrebatándole los ahorros de toda su vida, el que antiguamente era considerado como un salteador de caminos, es tenido por un héroe de las finanzas.
Todo ello cierra el círculo que hace posible que se dé la corrupción y que ésta invada toda la sociedad.
España es hoy, por encima de todo, un país corrupto, el paraíso de la corrupción. Son corruptos, de arriba a abajo, la totalidad de sus instituciones y la casi totalidad de sus dirigentes políticos.
Son corruptos  Juan Carlos I, el rey impuesto por Franco, una de sus hijas y su yerno, una gran parte del Consejo General del Poder Judicial, órgano de los jueces, empezando por su ya destituido Presidente, gran parte de las cúpulas de los dos principales partidos, el Partido Popular y el Partido Socialista, gran parte de las cúpulas de las Comunidades Autónomas y de sus diputados o consejeros, parte de los ministros o ex ministros, una buena parte de concejales, el Consejero Delegado del Banco Santander, condenado a años de inhabilitación por el Tribunal Supremo e indultado por Rodríguez Zapatero pocos días antes de que expirara su mandato, gran parte de jueces y magistrados, gran parte de presidentes de empresas públicas designados por el gobierno, parte de los dirigentes sindicales de UGT y de Comisiones Obreras …  ¿Para qué seguir?
José Antonio Moral Santín
José Antonio Moral Santín
Recientemente se acaba de descubrir un fraude gigantesco realizado por 86 ejecutivos y dirigentes de Bankia y de Cajamadrida través de sus operaciones con tarjetas bancarias falsas. El fraude alcanza una cifra de más de 15 millones de euros a lo largo de varios años. Por su significación, aunque no por su importancia cuantitativa, incluimos a continuación a algunos de los afectados, con el importe correspondiente.
Rodrigo Rato: 99.000 euros
José Antonio Moral Santín: 456.700 euros. Miembro, hasta su reciente renuncia, del Partido Comunista y de Izquierda Unida, fue Presidente de Telemadrid y, posteriormente, fue designado por Izquierda Unida para representarla en el Consejo de Administración de Cajamadrid, donde alcanzó el puesto de Vicepresidente. Tras Ildefonso Sánchez Barco, responsable de la emisión de tarjetas, es quien más se ha beneficiado con las operaciones de las tarjetas.
Francisco Baquero Noriega: 266.400 euros. Es el marido de María Jesús Paredes, secretaria, en su día, de la Federación de Banca de Comisiones Obreras. Tras su firma del Convenio Colectivo con Cajamadrid, fue ampliamente recompensada en dinero y en especies por la dirección del banco, por lo que, denunciada por un medio informativo y acusada de cohecho, hubo de comparecer ante el Consejo Confederal de Comisiones Obreras, en el que basó su defensa en que quienes la acusaban no eran un sindicato moderno. Resultó sobreseída de todos los cargos por el entonces Secretario General del Sindicato, José María Fidalgo. Desde entonces, Francisco Baquero y María Jesús Paredes han acumulado un importante patrimonio inmobiliario.
Francisco Baquero Noriega
Francisco Baquero Noriega
Rodolfo Benito Valenciano: 140.000 euros. Es dirigente de Comisiones Obreras y Presidente de la Fundación 1º de mayo. Acaba de dimitir de sus cargos.
Juan José Azcona: 99.400 euros. Fue Secretario General del Partido Comunista de Madrid, en el que intento que el Partido se disolviera para integrar a sus militantes en el PSOE. En la fiesta anual del Partido Comunista no pudo terminar su discurso en el mitin final ante los abucheos del público, y abandonó el Partido para integrarse en el PSOE, del que forma parte actualmente. Es miembro de la dirección de Comisiones Obreras.
María Enedina Álvarez Gayol: 47.200 euros. Esposa de Adolfo Piñedo, que fue Secretario General de la Federación del Metal de Comisiones Obreras. Ambos abandonaron el Partido Comunista siguiendo a Santiago Carrillo para integrarse en el PSOE, del que son actualmente diputados.
José Ricardo Martínez: 44.200 euros. Secretario General de la UGT de Madrid. Acaba de dimitir de su cargo.
Miguel Muñiz de las Cuevas: 20.800 euros. Recién terminada su carrera de Ciencias Económicas, fue introducido como Jefe del Servicio de Estudios de Telefónica por el entonces ministro de Hacienda del gobierno de Franco, Antonio Barrera de Irimo. Miembro del PSOE, fue designado por Felipe González Presidente del Instituto de Crédito Oficial y posteriormente desempeñó durante años el cargo de director gerente del Teatro Real.
Rodolfo Benito Valenciano
Rodolfo Benito Valenciano
Como hemos visto, destaca la importante cantidad obtenida por José Antonio Moral Santín a través del fraude de las tarjetas. Esnecesario reconocer que, frente a la inmensa corrupción que ha caracterizado a la mayoría de los partidos, la actuación de Izquierda Unida y del Partido Comunista constituye una  auténtica excepción. Sin embargo, la actuación de José Antonio Moral Santín, por su importe y por lo prolongado de la misma durante años, desvirtúa esta loable consideración.
Al desvelarse esta noticia, José Luis Centella, Secretario General del Partido Comunista de España, ha hecho unas declaraciones en las que pide una acción “rápida, segura y contundente” sobre el uso de las tarjetas de Cajamadrid, y anuncia que exigirá de nuevo que se cree una comisión de investigación en el Congreso. Es cierto que esa comisión debería haber sido ya nombrada cuando se solicitó hace tiempo. Pero también es cierto que esa acción “rápida, segura y contundente” debería haber sido adoptada por Izquierda Unida cuando, desde hace más de dos años, sus propias organizaciones venían exigiendo reiteradamente la destitución de José Antonio Moral Santín. A Cayo Lara, coordinador  federal de Izquierda Unida, y a Miguel Reneses, Secretario de Organización de la Federación, corresponde la responsabilidad de no haberlo hecho hasta que Moral Santín, por su cuenta o presionado, decidió abandonar la coalición.

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